martes, 20 de julio de 2010

Dos besos. El porqué.

Empezar es lo que más me cuesta, para casi todo. Cuando algo es nuevo -ya sea de fondo o de forma- tienes que demostrar que vales desde el principio, aún sabiendo que con el tiempo serás bueno en ello. El riesgo a que salga mal está siempre ahí: vértigo.

Conmovedor ¿verdad? Pero no es así. O no del todo. Mi principal problema (hay varios) no es ese. Lo peor es la pereza. No formo parte de la Generación Ni-ni y soy bastante activo para lo que me motiva, llegando a obsesivo si el tema me pone de verdad, pero me falta constancia.

Voy con la presentación, que me lío. Hace ya tiempo que dejé de actualizar el fotolog, el mismo exactamente que llevo sin escribir nada creativo. Y me apetece. Además, existen otros dos culpables. El primero de ellos, y más profesional, es que debo escribir. A día de hoy aún creo en que mi futuro económico y por lo tanto vital debería de pasar por la escritura de cualquier tipo, así que desengrasar los dedos no estará de más. ¿Iluso? Tengo mucho de eso, lo iréis viendo. Todos tenemos, muchos aún creen en que se querrán para siempre.

El último motivo, quizás principal, es una especie de experimento personal: al loro, que vienen curvas. Mi yo y el de hace diez años no tienen nada que ver, aún menos si hablamos de mi yo de hace 5 años. ¿Cómo será el de dentro de diez años? ¿Y de 30? Escalofrío. La evolución personal aparte de inevitable creo que es necesaria, y si bien no sé hacia donde me lleva, creo que sí me gustará saber de dónde viene.

Cuando era un niño, mis padres, cada cierto tiempo me mandaban ponerme al lado del marco de la puerta de mi habitación para, con un lápiz, marcar con una línea en la pared mi altura y la fecha de la medición. Podrían haber elegido mi cumpleaños, el día de Navidad o el uno de enero, pero el intervalo de tiempo nunca era periódico, dependía más de la inspiración que de la constancia. Genético tal vez. Este es el porqué de este blog: ver lo que he crecido. Espero llegar tan alto como en la puerta.

5 comentarios:

  1. jaja en mi casa también nos midieron en función de la inspiración y no las constancia...con las marcas y sus respectivas fechas en la pared...

    ahora ya no...será que estoy menguando!! :)

    estreno esto??:O

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  2. Me gusta tu forma de narración. Creo que debes incluir una entrada hablando del bigote, signo de madurez y en ocasiones de hombria jjeejejej.

    un saludo

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  3. Gracias a los tres. Clavel, parte del Pullitzer será tuyo. Nacho, el bigote es mucho más que hombría, a way of life jaja.

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  4. Me alegro de que vuelvas a escribir

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