jueves, 19 de agosto de 2010

Future simple

Mis veranos ya no son lo que eran. No me domina la rutina. Hasta este verano, y desde que soy consciente, a estas alturas siempre sabía lo que me esperaba cuando el sol se apagara. Exámenes de septiembre, ponerme objetivos casi siempre incumplidos de aprobar tantas asignaturas, e ir de fiesta en fiesta sin pensar en nada más.

Pero ya no es así. Ahora estoy solo, la inercia ya se fue. Dependo de mí y no de lo supuesto. Una vez acabada la carrera es momento de tomar decisiones. El camino obvio no me gusta. No tengo ningún interés en ponerme en plan aspersor a escupir currículums. Trabajar en algo de lo mío me da pereza, y acercarme al inevitable futuro de nómina, familia y paella los domingos me da poco menos que escalofríos. Sudores fríos.

Lo que realmente quiero es pasarlo mal: probarme. Yo me entiendo. El cuerpo me pide irme y no depender de nadie más que de mi mismo, conocer sitios y también personas, sobre todo eso. Lejos. Fumar cigarrillos en tres caladas por los nervios. Tenía que buscar, que elegir, y no sabía ni como empezar. Como siempre, dependí de los detalles, mi futuro más cercano pasa por conseguir acceso a dos masters que conocí por casualidad.

Periodismo en El País o Comercio Exterior con beca de dos años en el extranjero posterior. El primero me asegura no arrepentirme de no haberlo intentado y el segundo me ofrece vivir la que sería la experiencia más importante de mi juventud. Ambos constan de pruebas de acceso. Para el de El País debería de escribir un buen artículo sobre por qué quiero estudios periodísticos y luego seguir cumpliendo en varias entrevistas en español y en inglés. Para el segundo hay que pasar cuatro pruebas y estar entre los 250 mejores. El mayor corte está superado, pero en unas semanas tengo el examen de inglés: mi punto débil. Vale que domino el inglés más que la media española, correcto, pero me veo lejos del supuesto nivel del examen. Confío en la España profunda y en el agravio comparativo.

En caso de poder elegir a día de hoy me veo más cercano al segundo, es más difícil acceder y me asegura, si todo sale bien, al menos tres años más de vitalidad: un año en Madrid y otros dos fuera de España. Desecharía la opción periodística directa, pero ¿y si me aceptan artículos que enviase desde mi por qué no exótico destino? Si no creo yo en mí, no van a creer los demás. Y harían mal.

Otra posibilidad tampoco descartable es no poder entrar este año a ninguno de ellos. Sería volver a sentirme solo, volver a pensar. Pero quizás me apetezca vivir puteao una temporada en por ejemplo Londres. Sirviendo gin tonics. En fin, incertidumbre extrema y ausencia total de consciencia de dónde me despertaré dentro de seis meses. Sí, creo que empieza lo bueno.

3 comentarios:

  1. Pepe, me tienes enganchada eh! Me encanta leerte y entiendo a la perfección lo que te pide el cuerpo en este momento, muevete! Tienes un potencial de la hostia asiq a ello...Una fan que te desea suerte jajajaj....Soy Pau..

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  2. siento decir esto, pero es lo que yo pienso, tienes potencial, pero tienes un problema, te faltan cosas muy importantes en una persona: bondad, fidelidad, respeto...podria seguir asi, pero creo que sabes por donde voy, es una pena que te vayas, xq aviles se pierde a una persona muy inteligente, pero por otra la noche avilesina sera un lugar mas tranquilo...

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  3. Lo primero, me presupongo que el mensaje es de coña. Lo segundo, si fuese en serio, al no saber quien lo escribe no puedo sonreir cariñosamente para explicarte nada. Pero bueno, bondadoso el que más, y fiel y respetuoso también, pero conmigo mismo y con lo que creo. Inteligente tampoco, es como lo demás: parezco más 'todo' que los demás porque me encanta exagerar y siempre me importó menos el 'que dirán'.

    Lo de la noche de Avilés tranquila... ¿es lo que quieres? Quítate clichés, acéptalo, soy la hostia :)

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